Paseos por Madrid

Desde el centro de la ciudad fuente Cibeles
1 comentarios:

Sin duda que en este paseo que nos propones, encontramos grandes hipnotizadores para el peatón atento que no vaya mirando al suelo ensimismado en sus problemas. Empezamos nuestra sesión de hipnosis arquitectónica en Sol, justo en el inicio por la calle de Alcalá. Allí nos encontramos con Sabatini, arquitecto que hermoseó Madrid con tantos y tantos edificios, como parte del Palacio de Oriente. El Ministerio de Hacienda es obra suya. Con este suave sopor nos adentramos en Alcalá y nos llega una visión que todavía no percibimos como un sueño -la consciencia está presente aún- y vemos la fachada en forma de logia del Casino de Madrid. Vale la pena reflexionar sobre tanta belleza. Nos vamos sofronizando y ¿qué vemos? ¿elefantes en las fachadas sosteniendo partes de un edificio? Sí. Pero a pesar de este paseo hipnótico no estamos soñando todavía. Son las ménsulas del edificio del Banesto que en su juego modernista hacen que estos animales estén en la fachada. Recorramos la vista por la misma y dejémonos llevar. Pero más hipnotizadores nos llaman la atención y son los que imaginaron el edificio del BBVA. Resolvieron magistralmente la curvatura del solar, y por si este alarde pudiera ser poco expresivo, coronaron con dos cuadrigas la azotea, delirios de una burguesía que buscaba la legitimidad que la sangre no le daba en la evocación de la antigüedad clásica donde la nobleza, invento bárbaro, no existía. Las cuadrigas guardan luto riguroso, porque aunque antaño fueron doradas, de negro las pintaron durante la Guerra Civil para que su poder hipnótico no guiara a la aviación nacional. Época inocente la que contemplamos en este paseo, donde los edificios no eran una expresión artística en sí mismos sino que sostenían a otras obras de arte... El Expresionismo y el Racionalismo comienzan a vislumbrarse en el paseo. Nos encontramos con los primeros rascacielos que empezaron a plantearse en Madrid de la mano de las poderosas compañías aseguradoras. ¿estaremos ya hipnotizados del todo?, nos preguntamos mientras contemplamos todo un alarde de algún planificador urbano con dotes hipnagónicas.. Vemos una iglesia, la de los Calatravas, y nos dicen que al lado hay un rascacielos.. y que queda bien. No es hipnosis. El rascacielos fue hábilmente desplazado hacia atrás para no romper una perspectiva magnifica de la cúpula de la iglesia y el efecto hipnótico fue conseguido... Ahora ya si. Nos anuncian que nos vamos a encontrar con el mayor hipnotizador del paseo.. Nos presentan al arquitecto Palacios, autor del los más notables edificios de la calle de Alcalá en ese tramo done la pendiente es tan ligera que deja de serlo. El efecto hipnótico de Bellas Artes es impresionante. Palacios nos hipnotiza con un edificio que reúne varios estilos en según ascendemos por su fachada. Obras suyas son también los edificios de los bancos que acompañan al Banco de España haciendo que la avenida se transforme en un precioso cuadro de estilos arquitectónicos. Cariátides, columnas gigantes, adornos... todo ello es un conjunto hipnótico con sólo levantar la vista. Moneo se cuela en este espectáculo con sus dotes de hipnotizador haciendo - esta vez si - un gran trabajo en la ampliación del Banco de España. Ya completamente hipnotizados la Cibeles se apresta a recibirnos en su plaza y nos acompaña en este viaje a contemplar la culminación arquitectónica del actual ayuntamiento de Madrid, obra de Palacios y Otamendi. Nos despertamos subiendo por Alcalá, y a este despertar nos ayuda amable la puerta del mismo nombre y que - no es un sueño - nos mira con dos caras. La fea perspectiva de la torre de Valencia nos devuelve a la realidad incómoda del día a día. Pero sirva esta sesión de hipnosis como homenaje a la olvidada y magistral arquitectura española.



Hipnotizadores